Descubre cómo llegó el MSX a Mallorca en 1984 y cambió para siempre nuestra forma de jugar y programar.
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Recreación de un escaparate en la Mallorca de los años 80 |
1984: El MSX aterriza en Mallorca y cambia el juego
La nostalgia vive aquí
En 1984, mientras el turismo florecía en las costas de Mallorca y las cintas de cassette sonaban en los walkman, una revolución más silenciosa empezaba a colarse en los hogares: la llegada del MSX.
Una isla, un estándar y muchas ilusiones
Este estándar japonés, impulsado por Microsoft y ASCII, aterrizó en España con fuerza ese año. Pero su llegada a Mallorca tuvo un sabor especial. No solo fue el inicio de una era para los juegos en casa, sino también el nacimiento de toda una comunidad de apasionados que cambiaría nuestra forma de entender la informática.
Las primeras máquinas en la isla
Los primeros modelos MSX que se dejaron ver por Palma fueron de marcas como Sony (Hit Bit), Philips (VG-8000 y VG-8020) y Toshiba (HX-10). Se vendían en tiendas de electrónica y departamentos de grandes almacenes que empezaban a incluir secciones de “informática”.
Aunque las tiendas en Mallorca no eran muchas, siempre había un rincón donde ver un MSX en acción.
Recuerdo cómo, en algunos escaparates de la Avinguda Alexandre Rosselló o en las galerías cercanas a Jaume III, podías ver aquellas máquinas futuristas conectadas a televisores CRT, mostrando gráficos que nos parecían sacados del futuro.
Precios y sueños en pesetas
Comprar un MSX en 1984 era un lujo. Costaba entre 60.000 y 90.000 pesetas, dependiendo del modelo y de si incluía monitor. Algunas tiendas ofrecían pagos a plazos, y no faltaban los carteles con reclamos como “¡Conviértete en programador desde casa!” o “¡El ordenador que habla tu idioma!”.
No todos sabían en 1984 lo que representaba el MSX, pero quienes lo probaron, nunca lo olvidaron.
Los primeros pasos de una comunidad mallorquina
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Recreación de una carretera de Mallorca de los 80 en forma de videojuego |
Aunque los clubes de usuarios más organizados surgieron a finales de los 80, ya en 1984 comenzaban los intercambios informales. Mercados, ferias locales y hasta bares se convertían en puntos de encuentro para compartir software en casete o disquete.
Muchos aprendimos a programar en BASIC gracias a los manuales que venían con el ordenador, y otros tantos copiábamos listados de revistas como MSX-extra o MSX-Club, que incluian mucho contenido para MSX.
Por supuesto, los más afortunados tenían cartuchos de Konami y revistas importadas.
El inicio de algo grande
Lo que empezó como una moda tecnológica se convirtió en un estilo de vida. El MSX no solo fue una consola o un ordenador, fue una puerta de entrada a la creatividad digital, a la programación, y sobre todo, a una comunidad que aún hoy mantiene viva la llama.
¿Y tú? ¿Cómo viviste la llegada del MSX a tu zona?
Cuéntamelo en los comentarios o en redes. ¡La historia del retro se escribe entre todos!
https://www.youtube.com/watch?v=0DlmyiMLRrg
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